Por Nicolas De Wasseige
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Esta obra es parte de la serie Kintsugi, pero se destaca una de las pocas que no está reparada con oro. El jarrón, con sus fracturas visibles, simboliza que a veces no es necesario romperse para florecer o crecer. Invita a reflexionar sobre la fortaleza que se encuentra en la aceptación de uno mismo y en el poder de la autenticidad, mostrando que el crecimiento también puede manifestarse sin necesidad de una transformación radical.
Mixta / Mixed
45 x 32 cm
$ 1 950 000